La Dirección General de Tráfico anunció el pasado lunes la cifra total de fallecidos en las carreteras españolas durante 2018. Por primera vez desde 2013 se produce un ligero descenso de las muertes en accidentes de tráfico. En 2018 perdieron la vida un total de 1806 personas, 24 menos que en 2017. Aunque el balance sea positivo respecto al año anterior, se trata de un descenso de fallecimientos mínimo. El propio Pere Navarro, director de la DGT, ha reconocido que es una reducción “pequeña”. Sin embargo, se muestra satisfecho al comprobar que hay mejoras tras 4 años donde la siniestralidad no paraba de aumentar.

La DGT destaca que el 63% de los accidentes con víctimas se han registrado en ciudad. “Los Ayuntamientos deben proteger mejor a los colectivos vulnerables, como los peatones, porque han dejado de lado la seguridad vial”, protesta Francisco Canes, presidente de la Asociación DIA de Víctimas de Accidentes de Tráfico. La siniestralidad ha aumentado sobre todo en Madrid y Barcelona. Esto se puede deber a las medidas medioambientales que han dejado de lado la seguridad vial de los más vulnerables.

Sin embargo, los datos muestran que la mortalidad en las carreteras españolas mantiene practicante el mismo patrón durante los últimos años, sin cambios significativos.

Para Pere Navarro hay datos preocupantes como el aumento de mortalidad en los colectivos más vulnerables (peatones, ciclistas y ciclomotoristas), que representan ya el 48% de las víctimas mortales. A pesar de que este aumento se pueda deber a las nuevas formas de movilidad como el patinete eléctrico, en España preocupa especialmente el aumento de los atropellos en carretas interurbanas, que subieron un 45% y provocaron 149 fallecidos.

El envejecimiento de nuestra población también ha traído consecuencias en la carretera. Ha habido un repunte de muertes entre los ciudadanos de 65 años o más, casi 500 más que en 2017. Un dato preocupante en el que ya están trabajando, según confirmó el director de la DGT.

A pesar de estos datos no hay que venirse abajo, España tiene una tasa de 39 fallecidos por millón de habitantes, lo que la sitúa por debajo de la media de la UE. Hay que seguir trabajando y mejorando y como el propio Pere Navarro dice “Tenemos que seguir implementando medidas que pongan freno a la accidentalidad y hay que centrarse en las carreteras convencionales, la velocidad, las distracciones y los mayores”.

Javier Navarro