Ya es oficial, la manipulación de los tacógrafos (aparato que registra la velocidad y las horas de conducción en vehículos profesionales) en camiones y autobuses tendrán penas de hasta tres años de cárcel. Así lo ha dictado una reciente sentencia del Tribunal Supremo en la que deja claro que esta práctica deja de ser una infracción administrativa, ya que se trata de un fraude en documento oficial.
Las jefaturas de tráfico de la Guardia Civil y las diferentes policías autonómicas ya han recibido la orden por parte del fiscal coordinador de Tráfico, Bartolomé Vargas, para que realicen controles más exhaustivos y sigan de cerca a los conductores y a su respectiva empresa en caso de que estén falseando dicha información.
Hasta la aprobación de la última sentencia, la manipulación del tacógrafo estaba penado con 4.000 euros de multa para la empresa y con un castigo de 500 euros y retirada de 6 puntos del carné para el conductor.
“Se trata de conductas aisladas, que deben ser erradicadas del sector del transporte, que en nuestro país funciona de forma eficaz y con calidad”, afirmó Bartolomé Vargas en rueda de prensa. Además, el jefe de la división de Tráfico de los Mossos, Andreu González, insistió junto a Bartolomé, “Estas conductas ponen en riesgo la seguridad de todos los que circulamos por las carreteras, puesto que la manipulación de tacógrafos desconecta los sistemas de seguridad de los camiones, como el ABS o el control de velocidad”.
La introducción de una investigación penal supone que los conductores ya no son los únicos infractores. De esta manera, si el chófer es asalariado los responsables de la empresa también serán juzgados por la vía penal.
Javier Navarro