Desde que se supo la noticia de que la DGT iba a reducir la velocidad máxima a 90 km/h en carreteras convencionales han circulado rumores que la propia DGT ha querido desmentir. Las dos reacciones más habituales han sido: la acusación de “afán recaudatorio” a Tráfico y la idea de que “con los coches actuales es innecesario ir tan despacio”.
Ante estas acusaciones, la DGT ha querido sacar un articulo en la revista “Tráfico y Seguridad Vial” para desmentir varias afirmaciones.
“La velocidad no influye en el resultado del accidente, porque los coches actuales son más seguros”. Es cierto que los vehículos son cada vez más seguros, pero el riesgo siempre es mayor cuanto más rápido vayas. La energía cinética de los objetos que intervienen en un accidente varía en función de la velocidad. Por ejemplo, la energía que se acumula en un vehículo a 100 km/h es un 23% superior a la que almacena a 90 km/h, por lo que la probabilidad de lesiones es mayor.
“La medida de reducir la velocidad solo tiene afán recaudatorio”. Esto es completamente falso, ya que la DGT se basa en criterios de seguridad y estudios científicos antes de tomar cualquier tipo de decisión.
“Si voy solo y la carretera es recta, no hay riesgo por ir más rápido”. La DGT habla claro en este asunto. Según las cifras oficiales correspondientes a 2017, el 39% de las personas fallecidas en carreteras convencionales tuvieron un accidente sin que nadie más estuviera implicado.
No hay que dudar de la DGT que busca constantemente la seguridad vial para todos. Recuerde conducir con precaución y respetando las señales.
Javier Navarro