Cervicalgia y accidente de tráfico

Cervicalgia significa “dolor en la zona cervical de la columna”, por lo que no es un diagnóstico o nombre de ninguna patología en concreto, sino más bien un término descriptivo para referirse a dolor de cuello.

 

Muchos de los accidentes de tráfico que ocurren diariamente, sobre todo en las ciudades, son las colisiones por alcance, y que se producen normalmente cuando un vehículo está detenido en una señal de stop, ceda el paso o semáforo y el vehículo que circula detrás no frena con suficiente antelación e impacta en la parte trasera del vehículo delantero, ocasionando a los ocupantes del primer vehículo lesiones en la zona cervical.

Para poder reclamar una indemnización por cervicalgia es indispensable que el lesionado acuda a centro médico dentro de las primeras 72 horas tras el accidente.

 

El baremo de tráfico exige una serie de requisitos para justificar la lesión cuando ésta se diagnostica

solo en base a la manifestación del lesionado sobre la existencia del dolor (criterios de exclusión, cronológico, topográfico y de intensidad). Pero si la lesión se diagnostica en base a la existencia de pruebas objetivas que acrediten la lesión, tales como contracturas, rigideces o limitación de la movilidad, no sería necesario la acreditación de todos esos requisitos.

 

Las aseguradoras tienden a negar la indemnización por cervicalgia aludiendo a la falta de intensidad del impacto en atención a la magnitud de los daños materiales de los vehículos, basándose en los llamados informes biomecánicos, que en realidad son solo informes mecánicos de daños materiales, sin ninguna mención a las circunstancias personales de los lesionados.

 

Desde Indemnización Directa reclamamos habitualmente indemnizaciones en base a lesiones cervicales, con alto éxito de resultados pues los llamados informes biomecánicos de las aseguradoras son una prueba insuficiente para negar la existencia de lesiones, ya que éstas dependen de una serie de factores como son inclinación del respaldo del asiento, altura de la zona horizontal del mismo en relación al volante y al suelo del vehículo, peso y altura del lesionado, “alerta” o no del mismo ante el posible impacto, postura del ocupante al recibir la colisión, etc.

 

Por todo ello, si usted ha sufrido un accidente de tráfico que le haya causado una cervicalgia, no dude en ponerse en contacto con nosotros y le ayudaremos a reclamar la indemnización que en Derecho le corresponda.

Javier Navarro